Tiendas pop-up, un recurso de mercadotecnia poco explotado

Una estrategia de marketing poco utilizada pero muy efectiva, sobre todo para marcas que quieren abrir nuevos segmentos de mercado o llegar al consumidor que habitualmente no esta en su línea de ventas, son las llamadas tiendas pop-up.

Nacidas en el año 2003, las tiendas pop-up son puntos de venta que marcas establecidas y marcas que quieren hacerse de un lugar en el mercado abren de forma efimera con la finalidad de causar ruido, probar nuevos conceptos o productos e incluso nuevas zonas y ciudades y que por medio de acciones llamativas buscan atraer al consumidor.

El concepto, que se mueve entre el ambient marketing y el tradicional punto de venta que estamos acostumbrados a ver en plazas comerciales y mercados, es una herramienta de marketing bastante económica, sobre todo en esta época de crisis.

El objetivo de estas tiendas es múltiple.

  • Informar de los productos.
  • Vender.
  • Dar una imagen de exclusividad. Generalmente se ponen a la venta colecciones exclusivas que dejan de fabricarse al cerrarse la tienda, por lo que las unidades son muy limitadas.
Por lo general, la rentabilidad del negocio dependerá del número de ventas, pero también de otros como del “ruido” generado, de la imagen transmitida, de lo que hable la gente de ella, etc. Cómo se lleve a cabo la acción dependerá de la política de cada empresa, hay algunas que lo comunican con antelación e incluso publican el itinerario de tiendas que se van a abrir (fecha y lugar), otras optan por no anunciar nada y que sean los propios clientes o seguidores de las marcas los que las encuentren… en el mundo. Está el caso de una empresa japonesa que igual abre una tienda en el Soho de Londres, que en un callejón perdido de Bangkok. Al descubrirla los clientes, se vuelcan sobre las redes sociales y le dicen a todo el mundo donde encontrarla.

Entre las empresas que han acudido a este tipo de acciones están Kodak (abrió dos tiendas en la 5ª Avenida de Nueva York), Coca-Cola, Unilever, Fiat, Armani, Calvin Klein, etc.

“Abrir una tienda pop-up puede generar mucho ruido para una marca. En un mercado fragmentado, las marcas están intentando encontrar interesantes maneras de atraer al público. No importa quién abre una y dónde la abre, los medios lo cubre”, asegura en AllBusiness.com un experto.

Advertising Age además ofrece cinco consejos a tener en cuenta antes de abrir una tienda pop-up:

1. Haz tu propia investigación. ¿está el local vacío por la falta de viandantes o por algún problema de la propiedad? Recuerda que el establecimiento está vacío por alguna razón.

2. No escatimes. A pesar de que la tienda sea temporal, no olvides que representa a tu marca.

3. Sé creativo. Necesitas llamar la atención: DJS, regalos, eventos especiales, famosos, concursos…

4. No esperes ventas. Las tiendas pop-up consiguen más ruido que ventas. Pero cuanto más tiempo esté abierta, más beneficios obtendrás.

5. Busca una oportunidad. Prueba un nuevo barrio, un nuevo diseño, un nuevo producto… Si no funciona, piensa que es solo temporal.


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